El ahorro de costes es exponencial según se avanza en las fases del proyecto.

En la fase de toma de datos se ahorra tiempo y recursos, ya que con una sola visita se dispone de toda la información necesaria, evitando repetir visitas.
La nube de puntos permite tener datos exactos de superficies para estudiar la viabilidad económica de la inversión.

En la fase de obra se dispone de un modelo mucho más fiable, y los distintos gremios pueden trabajar en el diseño de nuevas soluciones con una base mucho más sólida y veraz.

Cabe destacar que la precisión de la medición es milimétrica, de especial interés en edificios con muchos ángulos irregulares. Con esto se minimizan los errores geométricos de posición y forma de los elementos, a diferencia de los procesos de toma de datos tradicionales, que al final arrastran los errores al resto de fases del proyecto.

También se consigue mayor seguridad en la extracción de mediciones en lugares peligrosos o de difícil acceso, como pueden ser fachadas.

Un correcto levantamiento da lugar a una única solución y elimina cualquier posibilidad de duda o mala interpretación, evitando comprobaciones adicionales.

Una nube de puntos permite extraer toda la información de las condiciones existentes de un edificio y su entorno. Al recrearlo en un modelo BIM, se puede extraer toda la información necesaria, como pueden ser: