En este artículo, el segundo de nuestra serie sobre Energía Termosolar, vamos a contaros todo lo necesario sobre las centrales de cilindro parabólico. Este tipo de centrales fueron las primeras en desarrollarse en lo que a generación eléctrica a partir de energía termosolar se refiere y es, como consecuencia, la tecnología con mayor potencia instalada en España.
Lo primero que hay que entender es en qué consiste un cilindro parabólico. Pues bien, un cilindro parábolico es una superficie reflectante (básicamente un espejo) con forma cilíndrica.
Este tipo de sistemas se orientan exactamente al sur (al norte en caso de encontrarse en el hemisferio sur) e incorporan un seguimiento solar a un eje, o lo que es lo mismo, varían su inclinación a lo largo del día dependiendo de la posición solar.
Partiendo de este principio, los componentes más importantes de una instalación de este tipo son:
- Cilindro parabólico: es el encargado de reflejar la luz solar concentrando una gran cantidad de energía a lo largo de una línea.
- Sistema de seguimiento: El sistema incorpora un seguimiento solar en el eje de elevación. Aquí puedes ver un sistema de seguimiento solar a un eje y, en este otro enlace, el mini-seguidor solar diseñado por GMD Solutions.
- Sistema de conductos/tuberías: para aprovechar la energía concentrada por el cilindro, se hace pasar un aceite térmico por una serie de tuberías que se encuentran exactamente en la línea focal. De este modo, el aceite alcanza elevadas temperaturas para su posterior aprovechamiento.
- Estructura: obviamente, este tipo de sistemas requieren de una estructura de soportación que permita su anclaje al suelo.
Adicionalmente, se requiere de un sistema que permita aprovechar la energía térmica acumulada en el aceite que impulsa por toda la instalación un sistema de bombeo. El resto de la instalación está compuesta por:
- Intercambiador-Generador de vapor: Una vez el aceite se encuentra a la temperatura necesaria, se bombea hasta el generador de vapor, donde intercambia el calor con agua para generar vapor sobresaturado. Por esta razón, las centrales de cilindro parabólico requieren de grandes cantidades de agua embalsada en sus inmediaciones.
- Turbina-Alternador: por último, el vapor se hace pasar a través de una turbina que, gracias a un alternador, genera la energía eléctrica que pasa a la red de distribución tal y como ya explicamos en nuestro anterior artículo.
En el esquema (de nuestros amigos de “más que ingeniería”), se puede apreciar el funcionamiento de una planta de cilindro parabólico de generación de energía eléctrica.
Este tipo de tecnología supuso la gran esperanza de la energía termosolar hasta hace poco años, cuando sus problemas de mantenimiento y coste excesivo han hecho que empiecen a valorarse de forma más optimista a otras tecnologías que analizaremos en artículos posteriores. Su futuro resulta bastante incierto debido al auge de las otras tecnologías y los problemas surgidos en las instalaciones existentes.
En cualquier caso, las plantas termosolares de cilindro parabólico suponen un enorme avance en lo que a generación de energía de origen renovable se refiere y gracias a ellas, se evitan anualmente la emisión de millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
No te pierdas la siguiente entrega de Energía Termosolar, en este caso, centrales termosolares de torre central y campo de heliostatos.