Continuamos con nuestra serie de artículos sobre metodología BIM. Hoy, nuestro BIM Manager, Manuel Belda, analiza las enormes ventajas de la automatización de procesos.
Entrado ya el año 2021, no podemos negar que (por fin) la metodología BIM ha hecho que el desarrollo de proyectos evolucione de forma drástica en lo que al propio proceso técnico se refiere. Building Information Modeling supone un cambio en todos los procesos de un proyecto, desde tareas tan básicas como el trazado de elementos; que pasan de ser meras líneas a objetos tridimensionales, pasando por la información que dichos objetos son capaces de contener, hasta el traspaso de dicha información entre los agentes intervinientes en el proyecto. Todo ello sin que se pierda ningún dato.
No obstante, a pesar de que el paso a software y plataformas BIM ha supuesto un gran ahorro en ciertos puntos del desarrollo de un proyecto, como el modelado o la inclusión de información, ciertas partes de dicho proceso pueden seguir siendo muy complejos a la hora de gestionarlo.
Podemos hablar de modelado a una escala relativamente grande, o de modelado de formas complejas y singulares, es cierto, pero en GMD Solutions preferimos hablar de gestión de información, desde los datos más simples y sencillos, hasta ingentes cantidades de información.
Y no sólo nos referimos a información como tal, sino al proceso que requiere incluir y gestionarla.
Un ejemplo es la forma en la que dicha información es plasmada. A partir de un modelo BIM 3D somos capaces de representar la información de numerosas formas, y una de ellas es mediante vistas planas (o 2D). Sin embargo, en dichas vistas no siempre querremos representar toda la información del modelo de golpe, sino que querremos contar diferentes cosas en diferentes vistas.
Por ejemplo, si queremos representar las instalaciones de nuestro proyecto de forma disgregada, deberemos crear tantas vistas como sea necesario.
Hasta aquí suena todo bien, pero pensemos que dicha descomposición debemos hacerla en todas las plantas del edificio, secciones, detalles, etc.
En proyectos de cierta envergadura, el proceso puede llegar a ser tremendamente laborioso, que no difícil. Hablamos del proceso que supone repetir la creación de vistas, aplicación de propiedades, ajuste de nombres, etc. Y esto sin contar que, posteriormente, las vistas deberán ser añadidas a los planos correspondientes, y organizadas debidamente.
Es aquí cuando entra en juego la automatización de procesos. En GMD valoramos enormemente el tiempo, por lo que automatizar tareas repetitivas es algo fundamental para nuestro equipo. Si somos capaces de reducir a pocos minutos tareas que nos ocuparían buena cantidad de horas, supondrá que tenemos más tiempo para ocuparnos de los aspectos más importantes del desarrollo de nuestro proyecto.
Aplicaciones como Dynamo nos permiten gestionar grandes cantidades de información, adecuarla a nuestras necesidades, y automatizar tareas que requieren grandes cantidades de tiempo para poder llevarlas a cabo.
Desde lo más sencillo, como reordenar valores de altura en una tubería de saneamiento, hasta la creación automática de vistas y planos, así como la disposición de las primeras sobre los segundos. Y todo ello en apenas unos segundos.
De la misma forma en la que preparamos la familia de un equipo o componente específico con mimo, puesto que será utilizada de forma recurrente en los proyectos, debemos pensar en la automatización de procesos y de gestión de información como una inversión de tiempo. Inversión que será amortizada en muy poco tiempo. Tan poco como el siguiente proyecto donde debamos repetir el mismo proceso.
Es una simple cuestión de perspectiva: supongamos que la primera vez nos cueste automatizar un proceso que haríamos en 5 horas de forma manual, esas misma cantidad de tiempo. Tal vez ni nos planteemos automatizarlo porque “tardaremos lo mismo”. Sin embargo, en el siguiente proyecto, volveríamos a tardar 5 horas, mientras que, si lo hubiéramos automatizado, esas 5 horas podrían convertirse en 5 segundos.
Os dejamos con un caso para la reflexión:
Cuando ya tienes tus 150 planos de instalaciones listos, nombrados y convenientemente ordenados, aparece la necesidad de incluir un plano no previsto delante del plano N.03. Además, se decide que los planos no se llamen “SISTEMAS DE.”, sino “INSTALACIÓN DE…”.
Eres el encargado de renumerar 148 planos y de cambiar el nombre a todo el conjunto.
Sólo hace falta un poco de imaginación para ahorrar tiempo. No dejes que renumerar, reordenar, o renombrar cientos de planos te prive de lo más importante: tu tiempo.
En GMD lo tenemos claro. ¿Y tú, aprecias tu tiempo?