Este artículo cierra la serie que os hemos presentado para intentar acercar el funcionamiento de un panel solar a nuestros seguidores (aquí puedes ver nuestros artículos anteriores I y II). En las líneas que prosiguen vamos a analizar el interior del panel e intentar asimilar que procesos ocurren dentro y el funcionamiento de la energía fotovoltaica tradicional.
Los módulos fotovoltaicos funcionan por efecto fotoeléctrico, consistente en la emisión de electrones cuando se hace incidir una radiación electromagnética determinada. En este caso, se relaciona directamente con el efecto fotovoltaico, que no es otra cosa que la transformación de la energía solar en energía eléctrica.
Cada célula fotovoltaica está compuesta de, al menos, dos delgadas láminas de silicio. Formando una unión conocida como PN, que sencillamente quiere decir que tiene una carga positiva (P) y otra con carga negativa (N).
Al incidir los fotones procedentes de la energía solar que contienen la cantidad de energía suficiente sobre la capa del panel con carga P, hace que los electrones del silicio se exciten y atraviesen la capa de semiconductor. Se produce por tanto una diferencia de potencial entre las capas que hemos mencionado anteriormente. Esto unido a unos terminales eléctricos y una carga correctamente conectada hacen que se genere una corriente eléctrica continua, resultando un esquema eléctrico como el siguiente:

Esquema eléctrico de un panel solar
Todos sabemos que en la vida diaria los equipos eléctricos que necesitamos utilizan corriente alterna para su funcionamiento. ¿Cómo podemos entonces utilizar un panel fotovoltaico para el uso habitual? Pues para poder hacerlo se necesitan otros elementos que permiten transformar la corriente eléctrica continua en corriente alterna. Estos equipos son conocidos como “inversores de corriente”.
El funcionamiento de estos equipos está basado principalmente en electrónica y será objeto de un artículo más detallado en el futuro. Como aspecto fundamental cabe destacar que son equipos que deben mantener el sincronismo en todo momento y que están diseñados para poder optimizar la producción efectiva de energía de la instalación con respecto a la radiación solar incidente por medio de la regulación del Punto de Máxima Potencia (MPP).Esto enlaza directamente con otro aspecto fundamental que caracteriza los paneles solares, la curva de potencia.

Curva de potencia (I-V)
En la imagen se muestra la curva denominada I-V (intensidad vs tensión) típica de un panel solar. Generalmente tienen esta forma y describen el funcionamiento de un panel en función de la tensión generada por la incidencia de la luz solar. Básicamente se puede ver que, en este caso, 40V es la tensión de vacío (el módulo recibe energía pero no tiene carga conectada), y 8A es la corriente de cortocircuito. Entre estos dos valores existe un abanico de puntos en los que el módulo genera corriente.
El punto de máxima potencia se alcanza en una relación V-I que permite optimizar la generación. En cada módulo viene establecido, y lo que se intenta conseguir con los inversores es que la instalación siempre trabaje lo más cerca de este punto.
Esperamos que este artículo os haya servido para ampliar vuestros conocimientos sobre energía fotovoltaica. Si queréis más información no dudéis en solicitarla a través del blog o de nuestra página web, www.gmdsol.com o siguiendo nuestras Redes Sociales: Facebook y Twitter