En este artículo, os vamos a explicar los principios básicos de funcionamiento de la geotermia. En los últimos años, la geotermia se ha puesto de moda al salir al mercado diversos sistemas que nos permiten integrar este tipo de tecnología en nuestro hogar. Desde hace mucho más tiempo, existen centrales geotérmicas que se emplean para generación de electricidad, como en Islandia y Filipinas, o para surtir de agua caliente a una ciudad entera, como es el caso de Reikiavik.
Es importante distinguir entre la energía geotérmica de alta entalpía y la de baja entalpía, en la que nos centraremos en este artículo:
La primera se da cuando la temperatura del subsuelo a poca profundidad es muy elevada y por tanto, permite extraer grandes cantidades de energía térmica. Existen diversas zonas de alta entalpía en todo el mundo y están siempre ligadas a zonas de elevada actividad volcánica y regiones en fallas tectónicas. En nuestro país, apenas existen un par de zonas, en Almeria y que podrían considerarse de alta entalpía, y su potencial hace que no resulten rentables instalaciones de este tipo.
Por el contrario, los sistemas de baja entalpía pueden ser utilizados para “climatización geotérmica”, pero nunca para producción eléctrica. En España, la mayor parte del territorio podría aprovecharse para este tipo de aplicaciones. (aquí puedes descargar el Manual de Geotermia elaborado por el IGME, Instituto Geológico y Minero de España)
El principio de funcionamiento de la geotermia es muy sencillo. La temperatura del subsuelo es muy estable y su dependencia de la temperatura exterior es mínima. Los sistemas de climatización geotérmica aprovechan este foco a temperatura constante para enfriar o calentar agua que posteriormente climatizará nuestras estancias.
En concreto, un sistema de geotermia funciona impulsando, mediante una bomba de presión, agua al subsuelo. Su utilización en climatización va ligada a un sistema de suelo radiante.
El subsuelo se encuentra a una temperatura estable de entre 10 y 16oC y el sistema de geotermia aprovecha este hecho para impulsar agua a una temperatura mayor y la hace pasar por las tuberías enterradas, regresando al sistema mucho más fría. De este modo, el agua a unos 18 – 20oC se hace distribuye por el suelo radiante enfriando la estancia. Gracias a este hecho, el consumo en refrigeración en verano se ve reducido al mínimo.
Dependiendo de la temperatura exterior en nuestra localidad, será necesario un sistema de bomba de calor eléctrica o un colector a gran profundidad para conseguir calefacción suficiente para invierno. En ese caso, para la producción de calefacción, el sistema emplea un captador que puede llegar a estar hasta a 100m de profundidad para conseguir el agua caliente necesaria, lo que encarece la instalación y el consumo por bombeo.
Los sistemas de climatización por geotermia permiten unos ahorros muy considerables, hasta un 75% del consumo en climatización (en este enlace de nuestros compañeros de Geotermia CyL puedes consultar el ahorro) , y son muy recomendables en construcciones nuevas y casas unifamiliares, si bien tienen un coste de instalación considerablemente superior a otros sistemas. Además, existen subvenciones (consúltalas aquí) para este tipo de instalaciones que permiten periodos de amortización aceptables.