Cada vez estamos más concienciados sobre la importancia de reducir la contaminación y el consumo de energía. En este sentido, implementar sistemas domóticos y transformar hogares en viviendas inteligentes se convierte en uno de los mejores caminos.
*Este artículo es una colaboración de nuestro servicio de Eficiencia Energética con El Blog de Energía by Selectra. Hoy nos hablan de viviendas inteligentes.*
El Internet de las cosas se refiere a la interconexión digital de objetos de uso cotidiano, permitiendo una mayor interacción persona-objeto. En esto se basan los sistemas inteligentes a nivel doméstico: Permiten hacer un uso más eficiente de la energía en hogares, en estas “viviendas inteligentes”.
Domótica y viviendas inteligentes
Los sistemas domóticos son un conjunto de instalaciones o equipos tecnológicos cuyo fin es controlar y automatizar la gestión inteligente de un inmueble con el objetivo final de facilitar la vida de sus habitantes. Entre sus ventajas destacan la comodidad, seguridad, facilidad de gestión o el ahorro de energía que conlleva su instalación.
Sin embargo, si hubiera que destacar una de sus mayores ventajas sería, sin duda, la eficiencia energética. El uso inteligente que posibilitan de los diferentes sistemas y aparatos en una vivienda mejora su eficiencia energética y reduce el consumo. Pero no sólo permiten un uso más eficiente por parte del usuario; este tipo de sistemas van aprendiendo por sí mismos (inteligencia artificial) y son capaces de actuar de forma autónoma y óptima.
Además, la monitorización del consumo que llevan a cabo los sistemas domóticos nos permite saber dónde y cuándo se gasta la energía. Gracias a esto es posible adaptar aspectos como las tarifas de energía para, además de disminuir el consumo, reducir el coste de las facturas mensuales.
Domótica y ahorro de energía
Por suerte, en la actualidad se puede controlar la práctica totalidad de sistemas y aparatos de una vivienda dentro de una instalación domótica. Sin embargo, hay tres aspectos que destacan
por encima del resto (en los que más energía se consume):
- Iluminación
A todos nos ha pasado una vez en la vida eso de dejarnos las luces encendidas y darnos cuenta al rato de salir de casa. Gracias a la domótica, encender y apagar la luz de nuestra vivienda es algo que se puede hacer desde cualquier rincón del mundo.
Sin embargo, esto no es lo único que nos permiten hacer. Estos sistemas son capaces de adaptar la iluminación de la vivienda a la luz solar exterior, las estancias de la casa o las personas que están en ellas, creando perfiles de iluminación para reducir el consumo al mínimo posible.
- Climatización
El 40% de la factura de energía se consume en la climatización de una vivienda, tanto en invierno como en verano. El uso de aplicaciones domóticas en los sistemas de climatización del hogar se convierte en algo básico para aumentar su eficiencia y reducir su consumo.
En este sentido, destacan los termostatos inteligentes, que permiten la adaptación de la temperatura del aparato a un perfil que configuremos; o, bien, a valores que él mismo
determine teniendo en cuenta: la temperatura exterior, la zona o la persona que entra en la habitación, etc.
Estos sistemas no sólo controlan los aparatos para climatizar, también son capaces de calibrar otros aspectos como: las cortinas, las ventanas o los toldos para que, mediante un uso más
eficiente, se requiera de menos energía para climatizar.
- Electrodomésticos
Y llegamos al tercer aspecto que más demanda en una vivienda… Los electrodomésticos que más consumen energía en una vivienda se pueden optimizar gracias al control domótico.
Gracias a este sistema y los aparatos inteligentes tenemos a nuestra disposición hornos o vitrocerámicas que adaptan su uso a los alimentos por cocinar; electrodomésticos que podemos programar para que se enciendan a una hora determinada; neveras que nos dicen qué alimentos tenemos; o, nos hacen la compra online, etc.
Además, las lavadoras o lavavajillas inteligentes se pueden programar para que funcionen en aquellos momentos del día en los que la electricidad es más económica o cuando no haya muchas cosas conectadas y superen la potencia contratada.
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